viernes, 2 de enero de 2015

La Iglesia de St John's Lane, una joya olvidada de Dublín


St John's Lane Church, o la iglesia de San Juan Bautista y San Agustina en castellano, es una joya de Dublín que queda escondida tras la sombra de la Catedral de San Patricio y la Catedral cristiana, los dos templos más importantes de la ciudad. Sin embargo, en una capital en la que el catálogo de monumentos sacros es tremendamente largo y con inumerables paradas para el amante de este arte, esta iglesia merece un hueco a parte.

San Patricio y la Christ Church tienen su merecido primer puesto en todo ranking puesto que se trata de los monumentos sacros más famosos y con más historia de la ciudad, pero tras estos no cabe desmerecer una visita a St John's Lane. Para empezar tiene un atractivo a veces fundamental: ¡es gratis! Mientras que en las dos catedrales hay pagar por visitar el interior, a esta joya de estilo victoriano se puede acceder de forma libre.





Fue abierta en 1874, y ocupa el lugar de un antiguo hospital, en Thomas Street. Data por tanto de la época en la que Irlanda fue colonia británica, lo cual explica su estilo representativo del reino de Victoria, aunque se trata de una iglesia católica y no el anglicana, credo que intentaba imponer por aquellos tiempos la corona inglesa.

Llama la atención desde que aparece a lo lejos, al tomar la calle ya se puede ver su alta torre, el campanario más alto de la ciudad, y su fachada, estrecha, situada entre pequeños edificios de viviendas. Dejando atrás el Dublín turístico del neoclásico, las calles adoquinadas, las tiendas de souvenir, el ajetreo de compras y turistas. St John's Lane parece casi una iglesia de barrio, pero que llama a pasar sus puertas para contemplar su impresionante nave interior.

Un altísimo techo da amplitud a su estrecha anatomía, oscura, resaltando sobre todo lo demás el monumento situado en el altar. Una escultura que conforma casi una catedral en miniatura y que se ilumina como nada más en la iglesia. A su alrededor las vidrieras y varias esculturas, todo en un tono lúgubre, quizás rememorando una histoira que habla de secretismo y prohibiciones.





Y es que St John's Lane no es el nombre oficial de la iglesia, que se construyo como templo protestante, sino que comúnmente se la llama así porque en la época de la invasión británica el culto católico romano estaba prohibido, y los fieles de esta rama del cristianismo (mayoritaria en Irlanda) acudían en secreto a una pequeña capilla situada en la calle de St John's, situada junto a la iglesia.

Este templo pone fin (o comienzo) a un recorrido que aúna en apenas 10 minutos caminando hasta 4 grandes e históricas iglesias, y que habla de la fuerte tradición religiosa que ha tenido, y que aún mantiene, Irlanda. Para los amantes del arte sacro no puede faltar esta visita, que no obliga a desplazarse muy lejos del centro, no lleva demasiado tiempo (pues no se trata de una gran catedral) y además no supone ningún desembolso económico. Que pagar para entrar a un templo a veces toca un poco la moral.

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