Timanfaya, tierra de volcanes y colores

Lanzarote es un destino de playa, de aguas turquesa y playas de arena amarilla, pero no por eso se debe despreciar el interior de la isla. El Parque Nacional de Timanfaya, también conocido como "las montañas del fuego", es una extensión de lava y volcanes, aún calientes en el subsuelo, que aporta paisajes totalmente únicos, bastas extensiones salvajes y vírgenes dónde maravillarse con el el poder y la violencia de los fenómenos volcánicos en una zona que empezó a formarse hace apenas 300 años.

La tierra que hoy está declarada Parque Nacional surge de 6 años consecutivos de erupciones que comienzan en 1730, y se va agrandando con diferentes nuevas erupciones en el siglo XIX, principalmente en 1824. La temperatura a tan solo 10 metros de profundidad llega a los 600 grados, lo que permite los diferentes "números" que se realizan a la entrada del parque dirigidos a los turistas, en los que se puede observar como se asa carne directamente con el calor del subsuelo, o como basta echar un cubo de agua en un agujero para crear un géiser en pocos segundos.

Más allá de estas pequeñas demostraciones, Timanfaya es un lugar para asombrarse de la naturaleza volcánica de Lanzarote. Subidos a una guagua, que va incluída con la entrada al parque y recorre todo el perímetro de la zona protegida, los visitantes pueden observar en plenitud una belleza diferente, una consecución de colores, que unidos al negro de una zona que fue pasto de la lava, pasan por el rojo y amarillo de la tierra hasta el verde de algunos líquenes y pequeñas especies vegetales que ya han conseguido abrirse paso en esta yerma extensión.

La otra manera de visitar el parque es aún más pintoresca, pero habrá que continuar unos pocos kilómetros desde la entrada "oficial" para encontrarla. Se trata de rutas en Camello que constituyen una atracción a parte y que sin duda suponen una experiencia totalmente distinta a hacerlo sobre la citada guagua, teniendo en cuenta, eso sí, que el perímetro a recorrer del parque es notablemente menor.

La entrada al Parque Nacional oscila entre los 9 euros para adultos no residentes y 4,50 para menores de 12 años hasta los 7,20 y 3,20 para los residentes en las Islas Canarias. También existen otras opciones bastante recomendables, como pases que, por un precio único, permiten visitar todos los centros turísticos de Lanzarote, los cuales iremos ampliando en próximos post y que son también visitas indispensables más allá del mar y de las playas.


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