jueves, 19 de diciembre de 2013

Las 7 paradas clave de una escapada por Sevilla


Sevilla, una ciudad milenaria bañada por el Guadalquivir que, sin ensombrecer a joyas como Córdoba o Granada, reúne la magia de Andalucía en un monumental pero accesible casco histórico. La posibilidad de recorrer sus calles más antiguas y visitar sus símbolos más conocidos sin recurrir a grandes desplazamientos hace que la mejor forma de descubrirla sea perderse en sus callejones sin rumbo fijo. A pesar de ello, hay varias paradas obligadas.

Una ciudad que ofrece además excelentes conexiones y se postula como una de las escapadas obligadas en territorio español. Ya sea buscando ofertas en avión, o con las numerosas posibilidades por carretera, autobús o tren, encontrar un buen precio para llegar a Sevilla no suele ser demasiado complicado. Además  de la aparición en España de buscadores como GoEuro, que facilitan este tipo de escapadas.

La Catedral y La Giralda
El símbolo más internacional de la ciudad. Uno no se siente realmente en Sevilla hasta que no contempla la inemensidad de La Giralda, que se construyó como minarete musulmán (imitando al de Koutoubia en Marrakech) y se reformó hasta convertirse en la torre de la actual catedral católica. Catedral que es una joya gótica declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco y que tiene el honor de ser el templo gótico con más superficie del mundo. Visitarla y subir a la simbólica torre merece la pena a pesar de la casi indudable cola que habrá que hacer.


Torre de La Grialda | B. Iru Pérez

Real Alcázar
Para muchos (entre los que me incluyo) el lugar más bonito y mágico de la ciudad hispalense. Una auténtica maravilla del pasado árabe de la capital andaluza en la que perderse y asombrarse contemplando la riqueza arquitectónica de sus salones y, sobre todo, sus jardines. Aunque hay que pagar entrada merece sobradamente la pena visitarlo y es casi una obligación hacer un recorrido por su interior si se va a Sevilla por primera vez. (VER ESPECIAL EN IMAGENES)

Entrada al Alcázar de Sevilla | B. Iru Pérez

Plaza de España y Parque María Luisa
Avanzando en el tiempo aparece otro de los monumentos cumbre de la ciudad, la Plaza de España. Se construyó como enclave principal de la exposición iberoamericana que acogió la ciudad en 1929 y los amantes del cine sin duda la reconocerán por su aparición en películas de la talla de 'La Guerra de las Galaxias' donde sirve como decorado para uno de los palacios en el Episiodio II. Sus balcones, el riachuelo que la recorre con sus elegantes puentes, y sus torres, forman un conjunto que reúne todo el romanticísmo que desprende la ciudad.

Plaza de España de Sevilla | B. Iru Pérez

Puente de Triana y Calle Betis
Toca pasear, perderse en el Guadalquivir, y observar las torres de la ciudad desde la orilla de enfrente. La Calle Betis es el lugar idóneo para pasear al atardecer y el Puente de Triana, el más famoso y fotogénico de la ciudad, lugar idóneo para cruzar el río y unir uno de los barrios emblemáticos (como es el de Triana) con el casco histórico.

Puente de Triana | B. Iru Pérez

Torre del Oro
Se encuentra justo enfrente de la calle Betis, que quizás sea uno de los lugares más adecuados para visualizarla. Un monumento que, aunque no sorprende por su magnitud, es otro de los símbolos internacionales de Sevilla y portada de las guías de viaje. En sus casi 800 años de historia ha tenido diversos usos, aunque se desconoce el porqué de su 'valioso' nombre. Sirve como inicio de un ancho paseo rodeado de vegetación y con el Guadalquivir a la vera que completa al de Triana para una tarde de relax junto al río.

Torre del Oro con La Giralda al fondo | B. Iru Pérez

Setas del Metropol Parasol
El Metropol Parasol de la Encarnación ha cedido su nombre para ser conocido popularmente como 'las setas'. Su controvertida estructura, que se asemeja a estos hongos, puede o no gustar, pero está claro que en sus menos de 10 años de existencia ya se ha convertido en uno de los lugares claves de la ciudad por su envergadura. Desde lo alto, a 26 metros, se ofrece una vista diferente de los tejados del casco histórico de Sevilla.

Setas del Metropol Parasol de La Encarnación | B. Iru Pérez

Alameda de Hércules
Un lugar menos mencionado en la guías, pero que en épocas menos frías se convierte en un punto clave al caer la tarde-noche. Lo que atrae de la Alameda de Hércules no es su belleza arquitectónica, ya que no deja de ser una amplia alameda arbolada sin demasiado atractivo. El atractivo reside en las numerosas terrazas y pequeños bares que proliferan a lo largo de ella y que la convierten en uno de los puntos (junto a las calles aledañas) ideales para disfrutar de las primeras horas de la noche sevillana.

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