lunes, 10 de junio de 2013

Las 10 cosas imprescindibles de una escapada a Lisboa

Jerónimos | B. Iru Pérez
Lisboa es una escapada cercana con más de 1000 años de historia que se ofrece en la desembocadura del tajo como una de las ciudades más románticas y bohemias del sur de Europa. Desde las sinuosas calles del barrio de La Alfama hasta los pubs del barrio alto, sin olvidar su gastronomía venida del mar ni sus grandes monumentos. 10 recomendaciones para planificar un fin de semana en la capital portuguesa.



1. Comer sardinas asadas en La Alfama
La Alfama es el barrio más antigüo de Lisboa, y probablemente el más auténtico y más turístico. Sus calles son verdaderos laberintos repletos de pequeños bares y restaurantes donde el plato estrella son las sardinas asadas. Ya sea servidas en una terraza acompañando una cerveza o a la luz de las velas de uno de los diminutos establecimientos que se reparten por la zona este plato no puede faltar en una visita a la ciudad lusitana.

Torre de Belem | B. Iru Pérez
2. Un paseo por el barrio de Belém
Puede que la torre de Belém sea el símbolo más famoso de Lisboa, y es por tanto una parada obligada del viaje. A su alrededor se encuentran algunos de los monumentos más importantes de la capital, como el Monasterio de los Jerónimos o el monumento a los descubrimientos, además es uno de los mejores lugares para contemplar la majestuosidad del puente 25 de abril.

3. Probar la Ginja
En los alrededores de la Plaza del Rossio proliferan las pequeñas 'tienditas' dedicadas exclusivamente a vender este exquisito licor de guindas. Ya sea comprando una botella o un pequeño vaso para probarlo. Es uno de los atractivos de la zona y sin duda habrá un tumulto de personas reunidas alrededor de estos comercios, un lugar perfecto para empezar una noche de fiesta o simplemente para degustar uno de os símbolos gastronómicos de Lisboa.


Vistas desde el Castillo | B. Iru Pérez
4. Visitar el Castillo de San Jorge
Con una historia que se remonta al siglo V este castillo se sitúa dominando el barrio de La Alfama y en un lugar privilegiado de la ciudad. Por los en torno a 5 euros que cuesta la entrada se puede ver una de las mejores panorámicas de Lisboa además de recorrer las murallas y el interior del castillo, un emplazamiento digno de fotografiar.

5. Comer una de las más de 100 recetas de bacalao
Continuando con la gastronomía no puede faltar el Bacalao, símbolo culinario de Portugal, más aún en la capital. Se dice que han más de 100 formas de prepararlo, por lo que no podrá faltar como plato principal del viaje. Las opciones son infinitas pues casi todos los restaurantes de la ciudad lo sirven en varias formas, una buena opción (aunque muy de turista) son los restaurantes que se reparten en las calles de La Baixa.


Tranvía 28 | B. Iru Pérez
6. Subirse al tranvía 28
Los tranvías que recorren el centro de la ciudad se han convertido en un atractivo turístico de primera plana, y han perdido su función de transporte para erigirse como auténticos 'tours' turísticos. El más emblemático es el tranvía 28, que permite unir el Barrio Alto con la zona alta de La Alfama en un viaje que deja vistas de vértigo y momentos inolvidables entre los estrechos callejones que recorre.

7. Salir de copas por el Barrio Alto
Si ir de bares va implicito en el planning del viaje no puede faltar este barrio. La zona más bohemia y con más ambiente de Lisboa. Desde el comienzo de sus empinadas calles se reparten los locales y pubs para todos los gustos y todos los estilos y es un lugar que tanto portugueses como turistas eligen para salir y vivir la noche.


Embarcadero | B. Iru Pérez
8. Un momento de relax en el embarcadero de 'Comercio'
Al final de la mítica plaza del comercio, en la orilla del tajo, aparece un pequeño embarcadero reconocible por sus dos pilares que emergen desde el agua y que se convierte en un lugar perfecto para disfrutar de unos momentos de relax o de un día soleado. Un buen sitio para contemplar el famoso puente 25 de abril, el 'Golden Gate' de Lisboa.

9. Contemplar la ciudad desde el parque Eduardo VII
Al final o al principio de la Avenida Libertad, según se mire, se encuentra el Parque Eduardo VII, una enorme pendiente de cesped en cuyo punto más alto se ofrecen unas inconmensurables vistas de la capital lisboeta. Un punto perfecto para disfrutar de la naturaleza en el que es el pulmón de la urbe y para sacarse la foto de rigor con Lisboa y el Río Tajo al fondo.


Catedral | B. Iru Pérez
10. Visitar la Catedral
El templo más antiguo y mas importante de la ciudad. Conocido como 'La Sé' su fachada recuerda en cierto modo a la parisina Notre Dame y su sobrio atrio alberga la historia de una iglesia que lleva dominando el barrio de La Alfama más de 800 años. Si se hace la ruta en el tranvía 28 es una de las paradas fundamentales y es junto con el Monasterio de los Jerónimos una de las visitas sacras obligadas.


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2 comentarios:

  1. Buen resumen. Hemos estado varias veces a punto de ir a Lisboa, pero al final sigue pendiente (con eso de que está cerca... XD). Este post nos ha vuelto a despertar las ganas, a ver si hay suerte y podemos escaparnos este verano ^^

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    1. Yo la recomiendo, supero mis expectativas como ciudad y tiene muchisimo por ver, consigue mantener rincones muy auténticos. Siempre dejamos las cosas que están cerca para el final jajaja

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