Tiznit. La puerta hacia el sur de Marruecos
Un lugar para olvidar los erróneos
clichés sobre un Marruecos sucio e inseguro que en ocasiones se difunden. Alejándose
del macro-turismo de la cercana Agadir, Tznit cuenta con alojamientos de gran
nivel y Riads de todo lujo, sumándole
a ello posibilidades muy económicas y con todas las garantías de limpieza y
comodidad. Su alejamiento del cercano turismo de masas permite además conocer
un Marruecos más verdadero, sin renunciar por ello a grandes y modernas
cafeterías, restaurantes y dulcerías y pastelerías de gran nivel.
Sin contar con excesivos
atractivos turísticos la ciudad puede completar fácilmente una jornada de
relax, y su cercanía y posibilidades de transporte a lugares como Taffoute,
Inezgam y la costa de Agadir, y las costas de Ifni (de las que hablaré en post
venideros), la convierten en un punto a tener en cuenta para planificar un
viaje por la zona. Además de las imprescindibles visistas dentro de Tiznit: como
su mercado o la plaza y mezquita de Assouna.
Mezquita y jardines de Assouna | B. Iru Pérez |
Zoco de Tiznit
Perderse por la medina de Tiznit
se convierte en requisito casi indispensable si se elige esta ciudad en el
itinerario de viaje. Todo el encanto de los mercados marroquíes en un espacio
reducido (sobre todo comparándolo con el gigantesco entramado de ciudades como
Marrakech). La zona más cercana a la muralla, la más emblemática y con atractivos
para el turismo, donde se encuentran los joyeros, los vendedores de telas,
babuchas y otros elementos de fácil conversión en suvenir da paso a una segunda
parte del mercado.
Dividida por un gran
aparcamiento, se da paso a un entramado de calles repletas de tiendas y
puestos callejeros donde los lugareños realizan su vida comercial. Un lugar
donde raramente se encontrará a turistas, algo que, a diferencia de algunos
tópicos difundidos, no implica para nada inseguridad, que desemboca en la
mezquita de Igiwasif. Un imponente monumento religioso que pone fin al casco
antiguo de la ciudad.
Mezquita de Igiwasif | B. Iru Pérez |
Si se pregunta a los habitantes
de Tiznit fácilmente ofrecerán una visión orgullosa de su ciudad, la cual
reconocen como un lugar de universitarios y con un nivel intelectual alto. Un
dato que no es ajeno a la visión turística. El ambiente es relajado, y en
ocasiones deja matices que permiten atisbar la visión que su gente vende del
lugar; sus cafeterías más céntricas, y las reuniones que en ellas se observan, son
una muestra de ello. Además, un dato que facilita el viaje de los adictos a la comunicación:
no es difícil encontrar Wifi en muchos de sus comercios.
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