Mercado Medieval de Chinchón. Un Carnaval de caballeros
Banderines | B. Iru Pérez |
El Carnaval hace que el madrileño
pueblo de Chinchón retorne al Medievo y rebose de ambiente caballeresco y
artesano. Con motivo de estas fiestas se celebra, desde hace 9 años, un mercado
medieval que devuelve a esta villa, una de las más turísticas de la comunidad
de Madrid, un pedacito de su larga tradición histórica. Con una plaza mayor
reconocida como una de las más bonitas de España, y un castillo con más de 500
años de historia, es la muestra viva de que la comunidad de Madrid ofrece algo
más allá de su centro urbano.
A Chinchón no llegan trenes ni
metros, tan solo autocares desde Aranjuez o el centro de la capital madrileña.
Antes de llegar ya se aleja uno del bullicio y las infraestructuras de la gran
ciudad, hay que perderse por carreteras nacionales bordeadas de olivos y de un
entorno más manchego o andaluz que madrileño (o al menos del Madrid mediático).
Situado en la cuenca del Tajo y con una estética arquitectónica mejor cuidada
que muchos de sus pueblos vecinos es una de las perlas rurales de la comunidad.
Chinchón desde el Castillo de los condes | B. Iru Pérez |
Si bien durante la semana santa
vive una de las épocas de más actividad, con numerosos actos religiosos, su pasado
medieval hace que una de los mejores momentos para visitarlo sea su Carnaval.
El mercado que se viene celebrando durante la última década hace que la visita
al pueblo vaya un paso más allá, ya no solo es su plaza mayor (el atractivo
principal del pueblo), son su calles llenas de banderines y blasones, sus
luchas de caballeros, y los puestos, todos cuidando guardar la estética contemporánea
y con todos sus artesanos ataviados conforme a ella.
Con más de 500 años de historia
su plaza mayor, situada en el centro del pueblo y convertida en principal
atractivo turístico, es el epicentro del mercado. Allí se celebran
representaciones de combates entre caballeros, pasean músicos con gaitas y
flautas y se aglutinan los visitantes y los actos festivos. Exeptuando su
castillo, alejarse de la plaza mayor es alejarse de los atractivos del pueblo,
aunque todo su casco histórico, lleno de cuestas y callejones, mantiene una
estética agradable y en consonancia con su centro.
Plaza Mayor de Chinchón durante el Mercado Medieval | B. Iru Pérez |
Curiosamente su otro gran
aliciente arquitectónico, su castillo, no forma parte de los actos del carnaval,
sin embargo es uno de los puntos obligados de una visita a Chinchón. El reducido
tamaño del pueblo permite recorrerlo íntegramente andando. Construido en el
siglo XV y reconstruido posteriormente por el III conde de chinchón, lo que le
da nombre como “castillo de los condes”,
fue utilizado como fábrica de licores en sus últimos tiempos, y es el aliciente
necesario para completar una visita medieval. Su principal defecto es que no se
puede entrar, pero desde los alrededores se puede disfrutar de unas
espectaculares vistas del pueblo.
Castillo de los condes | B. Iru Pérez |
COMER EN CHINCHÓN
Aparte de por su licor de anís,
conocido mundialmente, Chinchón también es famoso por su gastronomía, sus ajos
y cebollas y, como en la mayoría de pueblos de la meseta, su sopa castellana y
sus carnes rojas. La plaza mayor y sus alrededores están plagados de mesones
donde se ofrecen menús que incluyen los platos más tradicionales de la España
castellana. Los precios eso sí parecerán desorbitados teniendo en cuenta lo que
es habitual en zonas rurales, el atractivo turístico de Chinchón se nota en el
bolsillo.
Plato con papas costilla y ajetes en uno de los mesones del pueblo | B. Iru Pérez |
OTROS ATRACTIVOS
Es cierto que el principal
atractivo de chinchón es su plaza mayor y los alrededores, algo por lo que ya
merece la pena ser visitado, pero Chinchón es también el pueblo de las ermitas,
hasta 5 ermitas de estilo románico y barroco se encuentran por el pueblo y,
aunque no son arquitectónicamente espectaculares, se pueden visitar en las
jornadas de puertas abiertas (primer fin de semana de cada mes). Además en
Chinchón se encuentra la casa donde vivió Goya cuando visitaba a su hermano
Capellán, y su imponente teatro lleva el nombre de Lope de vega por haber
residido y escrito una de sus obras en el pueblo.
Iglesai de Ntra. Señora de la Asunción, de estilos Gótico, plateresco, renacentista y barroco | B. Iru Pérez |
En definitiva es la villa perfecta
para un domingo rural en Madrid, rodeada por un paraje natural difícil de
imaginar cuando a solo 45 minutos de recorrido se encuentra el polucionado
ambiente de la gran ciudad. Su promoción turística se nota en lo cuidado de los
atractivos del pueblo, sus gentes son amables, y historia extensa. No deja de
ser un pueblo que podemos recorrer en una jornada, y quizás no sea el entorno
rural más barato de la zona, pero en Carnaval, Chinchón es el lugar perfecto
para el amante del Medievo.
Es que la plaza de Chinchón es mucha plaza, aunque creo que me gusta más sin el bullicio de caballeros, gaitas, etc... me gustan los pueblos de calles vacías, tranquilas, con sus abuelos charlando en la puerta de casa, el olor de la leña....me encantaaaa!!!.
ResponderEliminarNo conocía esta traducción para carnavales, esta chula para pasar un buen rato y divertirse. (me lo apunto para el año que viene).
Un saludo.
PD: No se lo que te clavaron por ese plato de costillas, pero tiene una pinta para chuparse los dedos. ;)